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La igualdad entre el mal y la fealdad

(extracto)

...La consecuente desmitificación del acto creativo es paralela a la desfetichización del objeto original.

El “nuevo pensamiento” saca al objeto de la trampa funcionalista y lo coloca en el campo de lo simbólico. Cada componente de la obra de arte así construida pasará a formar parte de una cadena semántica y sintáctica, nueva por definición. Garnica utiliza símbolos y estructuras extraídos de la tradición religiosa, para subvertirlos y en ocasiones criticar la misma religiosidad; todo eso con un tono que paradójicamente está cargado de una cierta mística. La insistencia de Garnica en las contradicciones entre el bien y el mal, por ejemplo, lo llevan a utilizar los estereotipos que simbolizan ambas categorías. Por eso no es extraño que recurra a figuras angelicales y figuras demoníacas, contraponiéndolas en el mismo espacio. La contradicción de lo bello y lo feo adquiere también esa connotación moral, Garnica asume la igualdad entre el mal y la fealdad, pero por otra parte reivindica el derecho de lo feo a existir, incluso en el mundo del arte. Por otra parte, la identificación entre la belleza, el bien y la pureza es asumida de una manera un tanto irónica por la obra de Garnica. La ironía se aprecia sobre todo por las connotaciones eróticas que portan lo elementos simbólicos de la pureza: texturas aterciopeladas, yesos dorados, azules celestes. Son obras donde lo erótico y lo místico se tocan, pero de una manera paródica, no subrepticia como ocurre en la tradición artesanal y a los estilos artísticos, históricos, permiten ubicar la obra de Garnica en un contexto cultural y en una circunstancia de comunicación específica. El arte aparece así como mediador social, permitiendo que intuyamos los fragmentos de una identidad colectiva de la que forma parte el propio artista y con la que éste se relaciona de una manera crítica.

Juan Antonio Molina