Suave como el peligro

Una de las tareas más difíciles en torno a la preparación de esta exposición, que reúne una selección representativa del trabajo realizado sobre papel por Enrique Garnica (Pachuca, Hgo. 1959), el artista más lucidamente provocador y productivo en el panorama plástico hidalguense durante la última década, consistía en la elección de un nombre que funcionara como leit motiv, como hilo conductor, pues se trata de un mosaico polimorfo conformado por poco más de una treintena de obras realizadas entre 1994 y 2006, más una pintura de gran formato elaborada in situ.

El conjunto mismo planteaba la necesidad de ser englobado por una frase que representara su naturaleza, que emana de su multiplicidad semántica, capacidad evocativa y limpieza técnica. La obra de Enrique es siempre elegante, aun cuando aborda aquello que consideramos monstruoso, deforme o torcido. Tenemos delante a un explorador estético que no teme transitar por el lado oscuro del camino existencial y visitar las habitaciones más atroces del alma humana.

A fin de cuentas, hallamos empatia entre los trabajos aquí reunidos y los versos del poeta catalán Leopoldo María Panero, quien en Last night forever, publicado en 1980, incluyó un poema cuyos dos primeros versos dicen:

“Suave como el peligro atravesaste un día / con tu mano imposible la frágil medianoche”.

En esas líneas trasudan los ambientes de Garnica, una oscuridad que no sólo se limita a lo estrictamente físico sino que remite también al drama moral inherente a la visión maniquea: el eterno conflicto entre el bien y el mal.

Por su parte, la presencia del peligro nos lleva a la siguiente reflexión: si no hay riesgo en la creación, carece de sentido tal actividad. Hacer algo que ya han hecho otros no resulta propositivo ni gratificante; es siempre preferible arriesgar, hacer del peligro un elemento más de un proceso en el que todo se mantenga inacabado. No se trata de extraviarse en la búsqueda de “la obra perfecta” o del aplauso del gran público, se trata más bien, de exponerse ante el toro, ante el peligro de fracasar. Ello mantiene a la obra viva y en progresión constante.

Enrique Garnica se inserta en la tradición de artistas que incursionan tanto en la reproducción serial de sus obras como en la elección del papel como opción de superficie para desarrollarlo. Se suma a quienes seducidos por estos medios disertan a través del arte acerca de creencias religiosas, ideas sociales y pulsiones sexuales, como triada temática fundamental

Juan Carlos Hidalgo

Suave como el peligro

Gráfica de Enrique Garnica